"Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa del evangelio, la salvara”. Marcos 8:35.
Una verdad como esta es impactante, sobre todo para quienes tomamos en serio el servir al Señor, llevando el Evangelio a los que aún no lo han escuchado. El vivir esa verdad, se convierte en un desafió difícil de cumplir.